lunes, 14 de marzo de 2011
Habilidades
Estos roedores son muy ágiles, trepan hábilmente y logran incluso subir por las paredes más lisas, nadan muy bien, son buenos saltadores y son capaces de cavar, aunque esto último no con mucha perseverancia. Se orientan perfectamente en la oscuridad. La flexibilidad de su esqueleto las permite introducirse en las viviendas por agujeros estrechos. Su capacidad de roer diversos materiales es tal que les permite perforar desde madera a una tubería de plomo. Soportan temperaturas de hasta 30º bajo cero. Sus sentidos están muy desarrollados, sobre todo el oído, el olfato y el gusto. No pueden distinguir colores (esto es, son daltónicas), aunque algunos de ellos, como el amarillo, pueden llegar a atraerlas visto como un gris ligero. Una prueba de que la vista no es un sentido vital para estos animales, la da el hecho de que ratas ciegas puedan continuar su vida casi con normalidad. Se han dado casos de ratas que han nadado incluso 400 metros en mar abierto para llegar a un nuevo territorio. En cuanto a sus capacidades cognitivas, se caracterizan por su astucia, como ya demostró Dalla Torre en 1880, quien pudo observar cómo las ratas se llevaban huevos sin romperlos. Dice el investigador que para ello, los animales trabajaban perfectamente organizados: uno sujetaba el huevo con las patas, manteniéndolo asido. En esta postura, evidentemente, no podía moverse. Entonces, otro individuo lo agarraba por la cola, arrastrándolo hacia la madriguera en unión del botín. Estos múridos tienen una gran capacidad de intimidación, ya que incluso pueden intimidar a otros animales mucho más grandes que ella, como a los perros.
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